La creatividad se mata

Los directivos de las empresas generalmente solicitan a su personal que sean creativos y que busquen mejores formas de hacer su trabajo, aportando nuevas ideas para los procesos productivos, administrativos y del servicio al cliente con el fin de perfeccionar su eficiencia. Sin embargo, cuando algunos de los trabajadores tiene una iniciativa, no encuentran un canal adecuado para comunicarla y en muchos casos la comunica a sus superiores y estos hacen caso omiso de la misma, decepcionando de inmediato al empleado que tuvo la intención de aportar algo a la empresa.

Las empresas necesitan cada vez más trabajadores que posean una mentalidad independiente, que estén dispuestos a correr el riesgo de dar su opinión, que se sientan libres para reaccionar de forma imaginativa al cambio: en una palabra, que sean creativos.

La supervivencia de las empresas depende cada vez más de su capacidad para la innovación rápida y continua frente a las cambiantes demandas de los clientes en cuanto a nuevos productos y servicios.

Hay muchas formas en las que el espíritu creativo puede encontrar expresión en el lugar de trabajo. La creación de nuevos productos es la más obvia, pero existen otras, tales como ofrecer un mejor servicio a los clientes, mejorar los métodos de distribución, etc.

En un mundo donde todos se copian a todos, los que generen nuevas ideas con mayor rapidez y calidad serán los vencedores. Ser creativo y al mismo tiempo rápido es la nueva consigna.

Los principales asesinos de la creatividad son los siguientes:

La vigilancia: situarse junto a los empleados, haciéndoles sentir que son constantemente observados mientras trabajan. Esta situación ahoga los impulsos creativos y las ganas de arriesgarse.

Las recompensas: el uso excesivo de distintos tipos de premios privan al empleado del placer de la actividad creativa.

El exceso de control: indicar a los trabajadores exactamente cómo hacer las cosas. Esto provoca en ellos la sensación de que cualquier originalidad es un error y cualquier exploración, una pérdida de tiempo.

Para recordar:

No le pongas trabas a los empleados en cuanto a la creatividad se refiere.

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