Ventaja competitiva

Para sacar una auténtica ventaja competitiva a nuestros competidores nuestra empresa debe ofrecer algo completamente inusitado a lo que sus clientes otorguen un valor indiscutible, un Excelente Servicio al Cliente.

Esta es la única vía con que cuenta una empresa para dominar el panorama que la rodea. El logro de unos resultados de este calibre exige contar con una fuerza laboral extraordinariamente capacitada: solo el talento único de unos profesionales dispuestos puede dar forma a una propuesta singular, prestigiosa y difícilmente imitable.

No sorprenderá, por tanto, la afirmación de que hay razones muy poderosas para hacerse con un personal fuera de lo común, “raro” o ejemplar, capaz de atraer a los clientes frente a la competencia, y que no es menos importante saber cómo dirigirlo y valorar sus resultados.

Aunque muchas empresas proclaman que sus empleados son el alma de su esencia como organización, son pocas las que invierten suficientes recursos en dotarse de un personal brillante. Un personal que no destaca por sus cualidades frente a la de la competencia, no representa una ventaja competitiva.

Para convertirse en una ventaja competitiva auténtica, los empleados deben ser capaces de “obsesionarse” o preocuparse a fondo por el valor que proporcionan a los consumidores, ese mismo que la competencia no está en condiciones de ofrecer. Ejemplos de esta “obsesión”, entre otros muchos que podrían mencionarse, son por la marca  de los equipos Mac, las motocicletas Harley – Davidson , Nike, iPhone, BlackBerry, etc.

Contratar a los mejores candidatos para que ocupen un puesto en la empresa no es una tarea sencilla, ya que no se trata de llenar una vacante, se trata de algo mucho más decisivo que simplemente rellenar una vacante, se trata de nuestros Clientes. Para conseguir a los mejores primero hay que saber quiénes son, una buena entrevista dónde apliquemos la regla 80-20, dejar que el candidato hable un 80% y el que entrevista un 20%, después explicarles la Misión y la Visión de la empresa y saber si están de acuerdo con ella, finalmente, decidir a quién contratar entre ellos.

El futuro de nuestras empresas dependerá de las decisiones a la hora de contratar a los nuevos empleados. Recuerda que en el tema del Servicio al Cliente el primer requisito es que sepan sonreír, ver a los ojos y que tengan pasión por el Servicio al Cliente… lo demás se puede enseñar esto no.

Para recordar:

Tener un buen producto no basta para que un negocio tenga éxito, falta el Servicio Excepcional al Cliente.

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